sábado, 14 de enero de 2017

¡La salud, mi gran propósito de año nuevo!




Durante los últimos dos años he estado inmersa en un camino de sanación física que me ha llevado a explorar todo tipo de terapias alternativas que van desde la acupuntura y las esencias florales hasta el reiki y el vortex healing. Si bien cada una de ellas ha aportado bienestar y crecimiento, también han traído una creciente curiosidad por entender sobre alimentación sana, y particularmente, este nuevo año he decidido apostárselo todo a transformar por completo mi cuerpo a través de la comida. 

Por esa razón he decidido iniciar un cambio definitivo a través de la dieta Paleo propuesta por el movimiento de Whole30 y usaré este blog, que ya venía bastante empolvado, para comprometerme públicamente y documentar mi camino en los próximos 30 días.  Durante las últimas 3 semanas he estado documentándome sobre este loco reto y estaré escribiendo sobre lo aprendido, mi dieta, las recetas que me acompañan (consultadas e inventadas) y por supuesto los cambios que se van dando en el camino.

El reto es el siguiente: durante los próximos 30 días, seguiré un plan de alimentación que busca revertir los procesos de inflamación silenciosa en mi cuerpo, y posteriormente tendré un periodo que puede variar entre 10 y 40 días de reintroducción de alimentos; todo con el fin de poder diseñar la dieta que llevará a mi cuerpo a una salud perfecta. Las reglas a seguir son:

NO LÁCTEOS (extrañaré el queso...)
NO AZÚCAR (ni siquiera endulzantes, ni panela ni miel, ni nada que se le parezca)
NO GRANOS (Adiós al arroz, la avena, la quinua, la soya, los fríjoles, lentejas, maíz y garbanzos; ni siquiera los que son integrales)
NO ALCOHOL (Ni siquiera para cocinar)

¿Entonces qué voy a comer? ese fue precisamente mi pensamiento cuando me enteré de este programa. Pero la verdad es que existen muchas opciones para jugar. Pues son bienvenidos todo tipo de proteína animal (Carne, pollo, pescado, pavo, mariscos, cerdo, etc), verduras y frutas. La clave está en ser creativo y combinarlos para que se conviertan en algo delicioso.

Otro aspecto importante a considerar es que éste programa busca, ante todo, crear una relación saludable con la comida; es decir, formar nuevos hábitos. Es por esto que se debe evitar modificar alimentos para que reemplacen el postre, los snacks de la tarde, o las atacadas de la nevera a media noche. Aunque no se prohíbe el café (eso sí, sin la crema y el azúcar). Además, se propone mantenerse lejos de la báscula durante los 30 días, pues aunque bajar de peso pueda ser un beneficio añadido, no debe ser el objetivo; el foco está en la salud.

En últimas, se trata de consentirme y darle todo el amor del mundo a mi cuerpo para que pueda recuperar la capacidad de autosanarse y mantener su bienestar. Confieso que estoy asustada por el reto, y por el síndrome de abstinencia que probablemente vendrá por dejar el azúcar y el pan. Pero tengo la meta clara y nada va a detenerme!

Una descripción más detallada del programa se encuentra en: http://whole30.com/downloads/official-whole30-program-rules-spanish.pdf

2 comentarios:

  1. Muy bien Juli!, lo importante es tu salud y los alimentos que son malos para unos organismos, no lo son para otros. Estoy segura de que ahora si encontraras lo que te está afectando. Un abrazo enorme y mis mejores deseos por tu salud.

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